Cómo rellenar el refrigerante

Marque un intervalos regulares el nivel del líquido refrigerante o refrigerante es muy importante para evitar sorpresas desagradables y actuar a tiempo para remediar cualquier problema que podría empeorar con el tiempo si se ignora. los control de nivel líquido o anticongelante se realiza visualmente inspeccionando el radiador o el tanque de expansión; cuando el motor está frío, el nivel debe estar entre el mínimo y el máximo (MIN y MAX). El llenado se realiza desenroscando el tapón del radiador o del depósito de expansión; ayudémonos de un embudo para no ensuciar el vano motor.
En función de lo que encontremos tendremos que actuar en consecuencia:

Líquido marrón

Si el anticongelante es de color marrón es posible que esté agotado, así es el caso de sustituto el refrigerante También podría ser un índice de problemas mas serios; tras la sustitución mantenemos bajo control el color y la formación de alguna emulsión, en este caso tendremos que contactar con un mecánico para descartar la rotura de la junta de culata.

Por encima del nivel máximo

Exageramos o en el servicio anterior recargaron más allá del nivel permitido. Es inútil rebasar el nivel máximo ya que el circuito de refrigeración aún dispone de una válvula de alivio que interviene cuando la presión del líquido excede lo permitido.

Cerca del Massimo o un poco más abajo.

En este caso no tenemos que hacer nada más que comprobar el color y actuar en consecuencia.

Entre mínimo y máximo

En la mayoría de los casos no es necesario recargar; de hecho con el coche caliente, si abrimos el capó y comprobamos veremos que el nivel habrá subido casi al máximo, ya que el agua caliente va ampliando su volumen.

Cerca del mínimo o mínima

Recargamos sin exagerar con líquido posiblemente del mismo color y con el mismo caracteristicas; consultamos el manual de uso y mantenimiento o preguntamos a un autopartes, él nos podrá asesorar. También en este caso se aplican todas las sugerencias anteriores.

Por debajo del mínimo

Recargamos y comprobamos el presencia de fugas, tratamos de seguir el recorrido del circuito de refrigeración para identificar posibles fugas. No siempre es posible identificarlos de inmediato, en este caso tomamos un cartón y lo extendemos debajo del automóvil para descartar o confirmar fugas de refrigerante. En el caso de que no haya fugas, haremos un seguimiento estrecho de la nivel anticongelante; si al cabo de unos días notamos que baja inexorablemente incluso después de varias recargas, este es el caso de contactar a un mecánico para excluir la junta de culata. Ignorar este problema puede llevar a la inexorable avería del motor con el consiguiente y enorme desembolso económico; mejor actuar a tiempo.

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