Ahí conducir a la izquierdatípico de Reino Unido y otros países del Mancomunidad, no es fácil de manejar para los que están acostumbrados a conducir como en el resto del mundo. Muchos argumentan que esta costumbre inglesa es absurda y poco racional: para ellos es una demostración de la terquedad del pueblo británico que no quiere abandonar ningún aspecto de su estilo de vida. Pocos, sin embargo, saben indicar las verdaderas razones de este extraño hábito: intentemos entender juntos el por qué de este fenómeno que, te sorprenderá, no tiene nada que ver con los coches y los motores.
Ahí guía a la izquierda, se ocupa principalmente de Gran Bretaña y las antiguas colonias del imperio inglés. Obviamente estos últimos (conducir por la izquierda, por ejemplo, en Malta, India y Australia) han mantenido la costumbre en nombre de sus relaciones con la patria. Pero, ¿cuáles son las razones profundas que dieron lugar a este fenómeno? La primera razón es común a todo el mundo: antiguamente la gente viajaba a caballo y por el camino era común encontrarse con numerosos delincuentes. El jinete tendía a mantener la izquierda para poder usar la pala con derecho a defenderse de una posible agresión.
Con el tiempo se hizo necesario adoptar un nuevo sistema de conducción: las necesidades de un mundo más moderno requerían medios de transporte más engorrosos. Resultaron ser más fáciles de conducir si se mantenía el lado derecho de la carretera. En Francia, sólo los aristócratas conservaron el privilegio de conducir por la izquierda: con el advenimiento de la Revolución Francesa y Napoleón fue abolido y todos los ciudadanos, iguales ante la ley, tuvieron que aprender a conducir por la derecha. En Inglaterra y en todos los países que se opusieron a Francia, la conducción por la izquierda se mantuvo como un rasgo distintivo.
Con la llegada de la motorización, casi todos los países adoptaron definitivamente el volante a la derecha: de esta manera viajar era más fácil para todos aquellos que, por trabajo o por placer, se encontraban cruzando una frontera extranjera a bordo de un ‘coche’. Solo el Reino Unido y sus antiguas colonias mantienen esta antigua costumbre: expresa el tradicionalismo propio de los habitantes de Gran Bretaña. Por supuesto, conducir por las calles inglesas suele ser bastante complicado para nosotros: pero a la larga puede convertirse en una razón más del encanto del viejo Inglaterra.