La mayoría de los automovilistas notan la existencia del diferencial cuando falla y requiere reemplazo. En realidad es un componente muy importante, pero muchas veces subestimado o desconocido porque se tiende a dar mayor interés a otras partes mecánicas, como el motor. Por el contrario, la presencia de la diferencial también es esencial para el buen funcionamiento de cualquier vehículo con ejes laterales, como automóviles y camiones. A menudo también se gestiona a través de control electrónico y hace que los automóviles modernos sean más seguros que en el pasado, lo que garantiza una mejor adherencia a la carretera, especialmente en las curvas.
Pero, ¿cuál es el diferencial? Es un componente mecánico colocado en el eje del motordiseñado tanto para transferir el movimiento longitudinal a las ruedas, como para regular su diferente velocidad cuando recorren diferentes distancias.
¿Qué significa esto exactamente? El ejemplo más clásico es el de un automóvil que viraje: las ruedas del interior de la curva, a la misma velocidad, recorrerían una distancia mayor que las del exterior, provocando pérdida de adherencia en el lado contrario y comprometiendo la estabilidad de todo el vehículo. En este punto interviene el diferencial que sirve precisamente para repartir más potencia a las ruedas con más agarre y por lo tanto para evitar que funcionen al ralentí, o en todo caso por debajo de un umbral mínimo de tracción.
También modula la par motor en cada rueda del eje del motor, evitando tensiones mecánicas y rigideces en el propio eje. Existen diferentes tipos de sistemas de bloqueo diferencial y electrónico, dependiendo del vehículo sobre el que está instalado.
En la mayoría de los automóviles, que son de tracción delantera, el diferencial es único y se coloca en el eje delantero. En el caso de tracción en las cuatro ruedas el asunto es más complejo. En los coches con accionamiento acoplable suele haber uno para cada eje, mientras que para un tracción en las cuatro ruedas permanente, los fabricantes de automóviles pueden insertar solo uno pero con control centralizado, capaz de gestionar las 4 ruedas motrices, o uno en cada eje y uno para la gestión.
Este complejo componente mecánico, que está conectado a ambos árboles de transmisión, está gestionado por el sistema electrónico de control de estabilización (ESP) para optimizar el confort de conducción a bajas velocidades y transferir potencia modulada al neumático con mayor adherencia al suelo.