¿Estás pensando en comprar un coche de gasolina o convertir el tuyo para aprovechar las fuente de alimentación doble? Antes de proceder con la compra, vale la pena informarse bien. No todo el mundo sabe que los coches de GLP no se aceptan en todos los aparcamientos o que es posible instalar un sistema de metano incluso en los modelos diésel. Durante años, las versiones a gas se han vendido con combustible dual: gasolina y GLP o gasolina y metano.
Sin embargo, ha habido varios avances tecnológicos en los motores bicombustibles en los últimos años. Matrículas alternativas, los bloqueos de tráfico, la gasolina cara y muchos otros factores han llevado a los automovilistas a optar por vehículos de combustible dual. Allí también se fomenta su éxito. crecimiento de distribuidores, que en el pasado era muy pequeño. Antes de ver cuáles son los pros y los contras de los vehículos a gas, te ofrecemos algunas respuestas a las preguntas más frecuentes de quienes compran, por primera vez, un modelo de GLP o metano.
¿Qué es la GPL?
Significa gas licuado de petróleo. Mezcla de hidrocarburos, principalmente propano y butano, que está compuesta en un 70% por gas natural y el resto de la refinación de petróleo. A temperatura ambiente, el GLP cambia a estado líquido, si se le somete a una presión moderada, y se odoriza para que su presencia sea notoria en caso de pérdidas. Gracias a su alto poder calorífico y a su versatilidad, el GLP es un combustible ecológico y se utiliza en diversos campos, desde la calefacción doméstica hasta los medios de transporte. El hecho de que sea barato y no demasiado contaminante al mismo tiempo lo ha hecho especialmente popular entre los automovilistas.
¿El motor GLP tiene problemas?
La respuesta es no, pero hay que prestar atención al sistema instalado. En la mayoría de los casos, se instala posventa desde el constructor y no siempre es de última generación, en comparación con el motor del vehículo, creando problemas para este último. Por lo tanto, lo ideal sería comprar un coche sin el sistema e instalarlo en privado, eligiendo entre los últimos modelos. Además, en los meses fríos elsistema de GLP al igual que el de metano, puede tener problemas de encendido, ligados al reductor de presión.
¿Qué es el metano?
Es el hidrocarburo que compone, casi en su totalidad, la mezcla gaseosa denominada gas natural. El metano es un combustible que permite conseguir un excelente rendimiento, bajo consumo, bajísimas emisiones y no produce residuos de carbono dentro del motor. Por su estructura molecular, ofrece una mejora de Rendimiento energético, en comparación con el consumo de combustible. Una característica que lo hace particularmente conveniente, ya a medio plazo, para los automovilistas que viajan mucho.
¿El motor de metano tiene problemas?
La respuesta es no, si se excluye un 10% de pérdida de rendimiento respecto a los originales. Los problemas podrían afectar sólo a la buena voluntad, en meses fríos. Dependen del hecho de que el gas se expande a su paso por el adaptador de presión se enfría. Debido al frío, el líquido refrigerante alcanza una temperatura baja, por lo que el reductor de presión funciona en el rango de funcionamiento no óptimo y esto provoca dificultades en la fase de encendido.
Circulación: ¿pueden circular vehículos de GLP y metano?
Viajar con gasolina ya no es solo una cuestión económica. Las tasas altísimas de contaminación urbana ha desencadenado, en muchas ciudades, los bloqueos de la circulación. Sin embargo, estas medidas no se aplican ni a los vehículos de GLP ni a los de metano, que se clasifican como «ecológicos».
Además, gracias a la conversión de gas, todos los coches se pueden equiparar automáticamente a la categoría. EURO 4, independientemente de la autorización de origen. Esto también permite grandes ahorros en el impuesto sobre automóviles. Respecto a la circulación, aunque no existen restricciones particulares, cabe recordar que los modelos a gas requieren una mantenimiento periódico, obligatorio.
En el caso del sistema de gas natural, es necesario probar los cilindros cada 4 o 5 años desde el registro. En el caso del GLP, en cambio, las pruebas se realizan cada 10 años, a partir del día de matriculación del coche. los costos de mantenimientoaunque son superiores a los vehículos de gasolina o diésel, tienen poco impacto en el ahorro global garantizado por el suministro de gas. Entonces, en balance, casi siempre vale la pena viajar con GLP o GNC.