Siete mitos sobre los coches de metano para disipar

Siete mitos sobre los coches de metano para disipar

Los autos de GNC son ideales para quienes les gusta ahorrar dinero al repostar, pero también para quienes quieren alejarse de los bloqueos de tráfico.

Andrew Shepherd, jefe del Área de Producto GNC de ASIENTOha desmontado pieza a pieza siete falsos mitos, ilustrando el funcionamiento de los modelos más sostenibles de la casa española.

¿La sensación de conducción es la misma? Sí, cualquiera que piense que conducir un coche de metano es diferente a viajar en un coche «convencional» se equivoca. “La sensación al volante es exactamente la misma, ya que el rendimiento de los motores de gas natural es idéntico al de los motores diésel o gasolina de la misma potencia”.

¿Es igual de seguro un tanque de metano? «Absolutamente sí. Los tanques de metano están diseñados, fabricados y certificados de acuerdo con los estándares más estrictos de la industria”, enfatiza Shepherd. “También están equipados con una válvula de seguridad que, en el improbable caso de un incendio, liberaría el gas al exterior de manera controlada, salvaguardando así el automóvil. Además, los componentes han sido probados para soportar incluso «condiciones extremas: el depósito alcanza una presión máxima de 200 bar, pero ha sido diseñado para soportar más del doble». Además, Shepherd señala que, contrariamente a lo que se podría pensar, es imposible que el gas se congele durante su uso, ya que “el metano sólo podría licuarse si la temperatura exterior fuera inferior a los 160 grados bajo cero”.

¿Se puede conducir en niveles críticos de contaminación? Sí. Estos automóviles están clasificados con la etiqueta «ECO», por lo que pueden circular incluso en presencia de restricciones de acceso a los centros de las ciudades debido a la contaminación. Además, en algunos países como España, España y Francia dan derecho a ventajas e incentivos fiscales.

¿Podemos continuar si el metano se acaba? Sí. Cuando ya no queda metano en el depósito, el coche cambia automáticamente a gasolina. “El conductor puede continuar sin detenerse y simplemente aparece una advertencia en el panel de instrumentos que indica que está funcionando con gasolina”, explica Andrew Shepherd. De hecho, gracias al sistema dual fuel, la autonomía de estos modelos SEAT es de 1300 km (igual a la distancia entre Barcelona y Frankfurt). Además, es posible repostar en cualquier lugar de los países europeos con una red de distribuidores de metano, porque “el sistema de repostaje se basa en una boquilla universal”.

¿Es posible viajar exclusivamente con gas natural? SíLos coches de GNC funcionan por defecto con este gas, por lo que es posible circular sin tener que utilizar nunca el otro depósito. Dicho esto, siempre es recomendable tener una cantidad mínima de gasolina útil para arrancar el motor con temperaturas muy frías o inmediatamente después de repostar con metano. Se recomienda agotar la reserva de gasolina en unos 6 meses. El precio de los modelos de GNC es similar al de los diésel o gasolina con un ahorro de combustible de entre el 30 y el 55%. Además, un automóvil de GNC requiere más o menos las mismas intervenciones de mantenimiento que cualquier otro automóvil.

¿Cuestan aproximadamente tanto como los autos «convencionales»? Sí. Los coches de GNC tienen precios similares a los de los modelos diésel o gasolina sin tener en cuenta los beneficios a largo plazo que se obtienen. En este sentido, Andrés destaca que se trata de “un depósito lleno de metano que cuesta sólo unos 13 euros”. Por tanto, un coche de metano “aporta un ahorro del 30% respecto a un modelo diésel y del 55% respecto a un modelo de gasolina”.

En términos de mantenimiento, ¿tienen más o menos las mismas necesidades? Sí. El funcionamiento mecánico de los modelos a gas natural es el mismo que el de los modelos convencionales. “No es cierto que haya que cambiar más a menudo las bujías o los filtros”, dice el experto de SEAT, desmintiendo el argumento de que los motores de GNC tienden a sobrecalentarse y, por tanto, son más caros de mantener. La única diferencia es que “antes de cada revisión hay que comprobar la estanqueidad de la instalación de gas natural y cada 4 años hay que confiar en un mecánico experto para comprobar visualmente el estado de los depósitos”. Estas revisiones son necesarias para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad más estrictas para los coches de metano.

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